Los artistas frente a la piratería

Este documento lo elaboré en conjunto con Luis Aguilar y Amparo Vásquez para una de las clases de la maestría. Espero les sea de utilidad.

Los artistas frente a la piratería

La posición de los artistas es variable con respecto al tema de la piratería. Básicamente se puede hablar de cinco posiciones con respecto al tema:

1. Artistas ortodoxos: la niegan de plano, es decir que apoyados e incluso presionados por sus casas disqueras, editoriales, entre otras. Asumen la posición de no a la misma argumentando una disminución en los ingresos percibidos y exigen a sus respectivos gobiernos nuevas normas que la castiguen o supriman. Ejemplo de esta posición se evidenció en Francia en el 2009 donde 52 artistas apoyaron el proyecto de ley “Creación e Internet” de Sarkozy que incluía la desconexión a los internautas que compartieran contenidos protegidos por derechos de autor. “El proyecto de ley nos otorga buenas cartas para que Internet, la cultura y la creación se concilien. Nosotros la apoyamos”, dijeron.

En España, se dio a conocer el manifiesto de los artistas miembros la Asociación de Productores de Música. En este caso, la cantante española Rosario, entre otros, afirmaron “La música es cultura, es un empleo […] miles de puestos de trabajo que se están perdiendo a causa de la ‘piratería’, puesto que la industria musical ‘arrastra’ muchas otras, desde las tiendas de discos hasta los organizadores de los conciertos […¨] si ya es difícil vender para artistas más veteranos, lo es más para las nuevas promesas de la música”.[1]

Finalmente, Liam Gallagher, ex-vocalista de la banda Oasis declaró “Descargar música es lo mismo que yo solía hacer, yo grababa las canciones que me gustaban de la radio. No me importa. Odio a todos esas grandes y tontas estrellas del rock que se quejan, al menos están descargando tu jodida música, idiota, y prestándote atención, ¿entiendes lo que quiero decir? Deberían apreciar eso, ¿de qué se quejan? Tienen cinco putas mansiones, así que cállense la boca.”[2]

2. Artistas mediadores: reconocen el impacto de las nuevas tecnologías y ven como una oportunidad las nuevas formas de distribución que beneficiarán sus carreras y han optado por ser partícipes de las mismas. Las han asumido como una forma de mejorar su imagen, de seguir vigentes, de hacerse publicidad, obtener nuevos fans, entre otros.

Ejemplo de esta actitud es la banda británica Coldplay que optó por regalar su álbum musical “LeftRight” a sus fans[3], es decir, que se podía descargar gratuitamente por tiempo limitado. Esta acción también ha sido vista como una lección para las casas discográficas deben entender que las reglas del mercado han cambiado y deben adaptarse.

También esta el caso del grupo británico Radiohead, como su álbum “In Rainbows” en el 2007. Al momento de lanzarse la producción, los usuarios pudieron descargarla de su sitio web teniendo la libertad de ellos mismos dar el precio que querían pagar, incluso escoger cero. Meses después el álbum fue puesto a la venta a través del sistema de distribución tradicional y fue complementado con otros elementos como un álbum fotográfico, entre otros[4].

3. Artistas radicales: han optado por salirse de la industria y ser independientes. Son varios los artistas que afirman que una manera de luchar contra la piratería es regalando su obra y critican a las grandes industrias aduciendo que no son los artistas que están perdiendo, sino que son estas, que se han llenado de dinero gracias a la creatividad de los mismos, quienes sienten sus ingresos mermados.

“Hacen campañas contra la piratería pero “¿cómo se llama cuando una productora “cajonea” a un artista? (deja de producir y distribuirlo, pero tampoco le devuelve sus contratos y derechos sobre su obra) […] ¿cómo se llama la responsabilidad de impedir la circulación de un bien cultural?”, se pregunta el artista Luis Pescetti[5].

Estos artistas han optado por realizar ellos sólo el proceso desde la creación hasta la comercialización de su obra.

4. Artistas emergentes: son los que apenas están surgiendo, dándose a conocer y en búsqueda de un público y ven la piratería como una forma de promocionarse. La mayoría de estos artistas suelen liberar gratuitamente sus obras sin restricciones de reproducción y distribución, pero si son enfáticos en dar a conocer que es su propiedad intelectual. Estos artistas usan el modelo “del creador al público”, es decir, no hay intermediarios como casas disqueras, editoriales, etc, que altere, modifiquen o tengan algún impacto sobre la obra.

Ejemplos de artistas emergentes pueden encontrarse en sitios como plataformas de autopublicación en el caso de escritores, plataformas de videos en el caso de músicos y cineastas, plataformas como MySpace en el caso de músicos, entre otros.

5. Artistas de otros países: La “piratería” o mejor dicho la reproducción de copias de material artístico distribuidas por el mundo a través de Internet fomentan en cierta medida el discurso de “Free Flow Information”. Lo cual para artistas fuera del mercado Hollywoodense es un aspecto positivo; pues, de esta manera pueden darse a conocer en diferentes públicos. Así, cuando su material artístico llegue a esas regiones de manera legal, si llegase a pasar, ya habrá antecedentes de mercadotecnia.

Un ejemplo de esto son los artistas de animación japonesa cuyas obras no suelen llegar a occidente distribuidos por canales oficiales, pero, que gracias a Internet, los mismos son traducidos (la calidad ya es otro tema) y distribuidos para alimentar los gustos de los aficionados.


[1] “Músicos piden medidas “valientes” y “urgentes” frente alas descargas de la red”, en Elmundo.es . Consultado en abril de 2010.

[2] “Liam Gallagher dice odiar a todas esas estrellas del rock que se quejan de las descargas” en el blog Alt 140. Consultado en abril de 2010.

[3] “Coldplay regala descargas de su música a sus fans” en Starlink.com.mx. Consultado en abril de 2010

[4] “Ya está a la venta nuevo disco de Radiohead” en Super45.net. Consultado en abril de 2010

[5] “Dígale no a la piratería: regale su obra” en el blog de Luis Pescetti. Consultado en abril de 2010

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1 comentario

  1. Toda esta discusión es una falacia. El artista no puede ser al mismo tiempo creador , intérprete, sonidista, transportista de equipos, publicista, editor de discos, constructor de sitios web, webmaster, distribuidor de discos, relacionista público y comerciante, etc. etc… Basicamente el artista no es un empresario.

    La función del artista es crear e interpretar, el resto es distracción y pérdida de tiempo.

    Inevitablemente los que asumen ese modelo ven resentida la calidad y capacidad de su creación.

    Se puede discutir genuinamente si los contratos discográficos son justos o no, en general son abusivos.

    Pero esto es un problema nuestro, de los músicos y solo de los músicos, y no del publico de quienes esperamos que compren nuestros discos y paguen las entradas de los conciertos y si disfrutan mejor aún.

    Agradecemos los gentiles esfuerzos del público en general por cuidar de nuestros derechos, pero no gracias, preferimos contratar abogados en caso de necesitarlo, son gente preparada y que ha estudiado.

    La hipocresia nunca es un buen argumento.

    Sería mejor la brutal sinceridad de “porque voy a pagar por lo que puedo obtener gratis” , es completamente amoral, carente de ética y establece con claridad el lugar en que cada uno se para.

    Saludos

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  1. Lucía Etxebarría deja de escribir por culpa de la piratería - Tania Lu, mi blog

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