Este texto lo escribí para una de mis clases de la maestría a partir de la lectura del libro “Los Hijos de Sánchez” de Oscar Lewis. Personalmente recomiendo leer este libro para entender la cultura de la pobreza en Latinoamérica.
Análisis de los casos expuestos en “Los Hijos de Sánchez”
En cada una de las biografías expuestas se pueden encontrar las características que lista Oscar Lewis como parte de la cultura de la pobreza. La primera que se devela en la narración de Jesús es la vivienda de una sola habitación donde conviven todos los miembros de la familia (hacinamiento), así fue su infancia y así vivían sus hijos en la vecindad de Bella Vista y en la mayoría de las otras residencias donde vivieron.
Luego se encuentra el bajo nivel de educación. Jesús comenta que a su padre no le gustaba que el asistiera a la escuela y por lo tanto desertó. En el caso de sus hijos, ellos alcanzaron un nivel académico más alto, sobre todo Consuelo, sin embargo, todos terminaron desertando. Jesús sólo cursó el primer año de formación primaria, su hijo Manuel completó los seis años de primaria, Consuelo toda la primaria y dos años en una escuela comercial, Roberto y Marta desertaron en el tercer y quinto año de primaria respectivamente. Sin embargo, vale la pena notar que desertaron por decisión propia y no porque Jesús los forzara.
Posteriormente sigue la familia y el grado de compenetración con la materna y el casi desconocimiento de la paterna. En el caso de Jesús sucede lo contrario, había más compenetración con su familia paterna que con la materna, dado que su padre no se llevaba bien con esta última. Sin embargo, en el caso de sus hijos, toda la compenetración familiar se da con la familia de Leonor, su madre. También es palpable el rol de padre que asumen Jesús y que posteriormente asumen sus hijos, pocas demostraciones de afecto, lenguaje soez para tratarlos y preocupación más o menos constante sobre el dinero para mantenerlos.
Iniciación temprana en la vida laboral. En el caso de Jesús cuenta se inició a los diez años. En el caso de sus hijos, aunque demoraron un poco más que su padre, también terminaron haciéndolo, ya sea paralelo a la escuela o al momento de desertar de esta. Vale la pena destacar que suelen ser trabajos muy operativos, oficios de diversa variedad, mal pagos, que suelen o no incluir las comidas y con patrones que a veces no responden a sus obligaciones contractuales.
Con respecto a la iniciación temprana de la vida sexual. Jesús da a entender que se inició a los dieciséis años al conocer a Leonor, Manuel a los ocho años tuvo primera experiencia de este tipo al ver accidentalmente a sus vecinos y posteriormente se casó a los quince años. Roberto reconoce que a los cinco o seis años tenía por costumbre manosear a las niñas. Marta tuvo su primera experiencia sexual a los trece. Vale la pena notar que la diferencia de edad a favor de los hombres por ser menores, no era impedimento para las mujeres a la hora de formalizar con ellos. Asimismo, para las mujeres formalizar con hombres que les podían doblar la edad.
La escasez crónica de dinero en efectivo, la falta de ahorro y las pequeñas compras permanentes son otras constantes en los relatos de los diferentes miembros de la familia Sánchez. De hecho, se ve la dilapidación de los ingresos, Roberto roba dinero de la familia, Manuel malgasta cuando ve que tiene dinero diario de sobra, Jesús mantiene a varios familiares (propios y ajenos) al tiempo. Así, entre otras características.
Cuando leemos cada relato, encontramos diferencias entre uno y otro. El de Jesús es corto, poco detallista, muy al grano con respecto a lo acontecido más que desde lo que el sintiera o pensara por lo que sucediera. Su infancia prácticamente fue trabajo y dinero. De hecho, Jesús reconoce que no tuvo infancia.
El de Manuel es extenso, está lleno de sucesos que incluyen sus pensamientos y sentimientos con respecto a estos. En los recuerdos de su infancia, se extiende mucho y vívidamente cuando habla de Leonor, su madre. Esto podría deberse a que fue él de los cuatro hermanos él que más convivió, en cuanto tiempo, con ella, así como también el que más cariño obtenía. Él dice que ella le decía que era su preferido y califica su infancia como una época feliz.
El de Roberto empieza por él mismo, por lo que más lo caracteriza que es ser ladrón, es introspectivo y reconoce su actitud “calavera” con respecto a su familia. La primera relación que hace con su madre, es precisamente sobre el robo de un dinero de la familia a la edad de cinco o seis años. Reconoce también de que a pesar de haberse sentido querido por su madre, Manuel era el hijo predilecto de esta. En la evocación de su infancia, también hace alusión a las reprimendas que solía recibir por parte de sus padres por robar y orinar la cama. Es el único que no da una calificativo a esta etapa, sin embargo recuerda que quedó muy marcado con el apodo “negro cambujo”.
El de Consuelo es enfático, lo primero que cita en su relato es que su infancia fue amargura y sensación de aislamiento. Reconoce, tal como Jesús lo hace también en su relato, que es la única que no se lleva con ninguno de sus tres hermanos. Recuerda detestaba el apodo de “flaca” que le dieron por su naturaleza enfermiza. Fue conciente de que su padre tenía más predilección por ella y su hermana que por sus dos hermanos mayores (misma percepción que tienen Manuel y Roberto). Durante todo su relato, es persistente el sentimiento de tristeza.
El de Marta también es enfático, “pasé una niñez muy feliz. Tan feliz, creo que, como ninguna niña, de lo más feliz que puede haber”. Junto con Consuelo, tiene la misma percepción de predilección de su padre por ella y en detrimento de los varones. La forma de contar su historia es muy diferente a Consuelo, es más extrovertida y asegura que nunca tuvo expectativas de llegar a ser alguien en la vida, lo contrario a su hermana.
En lo que respecta a la construcción de identidad masculina vemos que el hombre se concibe como el proveedor: es el que trae el dinero al hogar, el que trae los alimentos, el que le compra las cosas a los niños, el que paga las actividades de recreación, etc. La mujer asume la carga de la casa, el cuidado de los niños, la preparación de los alimentos, aunque no en todos los casos, ya que vemos que tanto Marta como Consuelo trabajaron, así como la primera esposa de Jesús. Las otras si se dedicaron a ser amas de casa e incluso la familia contó con servicios doméstico en varias ocasiones. Se destaca también aquí la manutención paralela de varias familias.
Otro aspecto de identidad masculina es la promiscuidad, que tantas mujeres ha tenido el hombre antes de establecerse con una, la formalización de una relación con una mujer que trae hijos (Jesús dice en su relato que la mujer con hijos de otro reconoce su error y por eso “molesta” menos), la promesa del matrimonio pero la ausencia de la ejecución formal del mismo, el deber del hombre de cumplirle a su mujer en la cama.
En cuanto a la identidad femenina, la mujer asume su rol de mártir así como el hecho de tener que dar a luz a los hijos sin querer o no, es decir, simplemente alumbran porque quedaron embarazadas, no importa cómo ni en qué condiciones se esté. Llama la atención que ellas llaman el embarazarse, “enfermarse”. Asumen la maternidad como algo más que debe ocurrir en la vida, así también como el lidiar con los hijos que su esposo haya tenido con sus otras mujeres.
Otro aspecto prevalente es el hecho de haber tenido más de un marido. Usualmente tienen dos o tres y existen continuas discusiones los compañeros formales del momento por la existencia de otra mujer con o sin hijos de este, sin embargo, lo aceptan también como algo que les debe ocurrir.
También se destaca que la mujer espera que el hombre cumpla con su papel de proveedor del hogar. Además se genera una especie de “grupos de ayuda” entre ellas para darse soporte de una a otra en situaciones de golpiza de los maridos, infidelidades, comportamiento sexual y demás situaciones que se presenten con sus hombres.
Finalmente, las preguntas que pudo haber formulado Lewis para la obtención de la información pudieron haber sido: cuéntame de tu mamá, que recuerdos tienes de ella; y de tu papá, cómo fue tu relación con él cuando niño(a); que pasó cuando fueron naciendo tus hermanos(as), qué sentiste; como fue el primer día de escuela; te gustaba ir a la escuela; quiénes eran tus compañeritos; cómo fue tu relación con cada una de tus madrastras; como fue tu relación con cada uno de tus hermanos y hermanastros; quiénes eran tus amigos y amigas; cómo fue tu relación con ellos; cuál fue tu primer trabajo; cuánto ganabas; qué recuerdas que pasó a tus trece o catorce años (para indagar sobre la llegada a la adolescencia); quien fue tu primer novio o novia; quien fue tu primer hombre o mujer en la cama; quién fue tu primer marido o mujer, entre otras.
Oye , tengo 13 años lei el libro y la verdad es que me encanto
estoy un poco frustado por que nose que paso despues quisiera que hubiera uan cuarta parte o algo asi
en la pelicula se vanza poquito mas pero es que estoy frustado contactame si sabes un poco mas.
gracias
Un interesante análisis descriptivo el tuyo, recién leí el libro, creo que las preguntas que planteas al final están resueltas, aunque sea de manera tácita, en el libro. Quizá hubiera sido pertinente que fueras más a fondo en el análisis de forma, es decir, la organizacion de la info.
Saludos
Hola. en donde puedo comprar el libro?? ya lo busque y en las librerias me dicen que ya no se edita desde hace años.
Hola Irma, no tengo idea donde puede conseguirlo ya que efectivamente tengo entendido eso, que su edición impresa está descontinuada. Te sugiero rastrearlo en formato pdf en la web que es probable lo consigas. Saludos.
Los hijos de Sánchez, libro en pdf https://cursosluispatinoffyl.files.wordpress.com/2014/01/lewisoscarlos-hijos-de-sanchez1961.pdf