Hace unos días una compañera de carrera me escribió preguntándome referencias de una institución que ofrecía becas para realizar maestrías en línea, en este caso, sobre la enseñanza del español como segunda lengua. La institución que ofertaba las becas era un intermediario financiero que decía agrupar tres universidades, una española, una mexicana y una puertorriqueña (estadounidense), que en su conjunto otorgaban las titulaciones.
Leer el nombre de las tres instituciones automáticamente levantó mis sospechas. Cuando se está en el mundo de la academia se aprende a reconocer los diferentes tipos de universidades que hay y es sencillo saber cuales de éstas ofrecen titulaciones universitarias válidas, cuales son demasiados grises y están sobre la delgada línea entre la legalidad y el fraude, y cuáles de plano son fraudulentas.
La formación a distancia es una modalidad que existe desde hace tiempo y que en los últimos años se ha potenciado y transformando en lo que se conoce hoy como modalidad virtual u online gracias a la llegada de las TIC, Internet de banda ancha en el hogar y computadores cada vez más potentes y veloces, y recientemente, el arribo de los dispositivos móviles como las tabletas y teléfonos inteligentes. La modalidad online ha facilitado que las personas que trabajan o que por algún motivo no se puedan desplazar, puedan acceder a programas de titulación universitaria que no se ofrecen en las ciudades o países en que residen. Por otro lado, en algunas ocasiones, la formación online puede ser más accesible en cuestión de costos que la presencial.
La modalidad virtual abarca una amplia oferta educativa, desde formación no reglada como cursos libres, diplomados o diplomaturas y másteres título propio, hasta formación regulada como programas técnicos, tecnológicos o ciclos formación superior; carreras profesionales, grados o pregrados; especializaciones o especialidades; másteres oficiales o maestrías, y doctorados. Es justamente en la formación reglada o titulada donde radica el problema con las universidades que la ofertan en esta modalidad.
Ante las ventajas y facilidades que tiene la formación en línea para las universidades, no son pocas las que han estructurado su oferta para brindarla también bajo esta modalidad, misma que sigue siendo regulada por los ministerios, departamentos y secretarías de educación de sus países. Sin embargo, también han surgido universidades que si bien están legalmente constituidas en sus respectivos países, carecen de los permisos o avales de las autoridades educativas respectivas para ofrecer algunas titulaciones, lo que las invalida de facto. Asimismo, la conformación de empresas que no son universidades y por lo tanto su oferta académica titulada es fraudulenta. Infortunadamente estas dos últimas clases pululan en internet en búsqueda de incautos a los que engañan ofreciéndoles becas o planes de descuento para cursar alguno de esos estudios que les venden como carreras profesionales, maestrías y doctorados, pero que a los ojos de las autoridades educativas carecen de validez académica.
Retomando el caso de mi compañera de carrera, la publicidad de becas que le llegó decía que las maestrías para la enseñanza del español como segunda lengua eran ofertadas en conjunto por tres universidades iberoamericanas. Al investigarlas encontré que tenían demasiados grises que rayaban en fraude. La universidad española era una institución privada que se había conformado en el 2014 y al revisar el RUCT del Ministerio de Educación español la misma si bien era legal no tenía aprobado ningún programa de máster universitario (también conocido como máster oficial), automáticamente cualquier titulación de este tipo es inválida. La universidad mexicana también estaba legalmente constituida y funcionaba desde el 2011 pero en el RVOE de la Secretaría de Educación Pública – SEP de éste país, la formación aparecía en el nivel de especialidad, no de maestría; por lo tanto estaría incurriendo en fraude. Finalmente, la universidad puertorriqueña (estadounidense) era una estafa de entrada, la misma no aparecía registrada en la College Scorecard del Departamento de Educación de este país y de plano sus títulos serían falsos. Ante la suma de todo, era un caso de diploma mills.
¿Qué tener en cuenta cuando se piensa estudiar online? Lo primero, indagar las referencias de las universidades que dicen ofertar la formación. Por un lado, si están legalmente constituidas como universidades y segundo, que si lo están, cuenten con el aval de la autoridad educativa respectiva para ofrecer esa formación y en esa modalidad. Sólo la conjugación de estos elementos harán que el título obtenido sea válido como tal. ¿Cómo hacerlo? Buscar en la web usando como criterios el nombre de la institución, el nombre del programa y la entidad que oferta las becas si la hay, así de paso también se encontrarán opiniones y comentarios de otros usuarios. Sin embargo, la fuente fidedigna es consultar directamente los sistemas de información educativa de los respectivos países, por ejemplo, el SNIES en Colombia, el RUCT de España, el RVOE de México y así.
Tips útiles: descartar en el acto si la institución universitaria usa un dominio web genérico como .org o .com o cualquier otro que no sea .edu (con algunas excepciones si es un dominio web de país como .es .de .nl …) . La obtención de los dominios .edu en primer nivel y segundo nivel (ej: edu.mx) están restringidos sólo a instituciones educativas legalmente aprobadas en sus respectivos países, por lo tanto una que no lo sea no lo obtendrá. Puede haber alguna excepción, pero es la regla general. El nombre de la institución también puede ser un motivo para desconfiar, no son pocas las “universidades” fraudulentas que tienen nombres muy similares al de universidades legales e incluso, algunas declaran tener sus domicilios en las mismas ciudades que éstas. Desconfiar también cuando éstas instituciones usan expresiones en su publicidad como “titulaciones oficiales” o “validez internacional”, que ofrecen entregar los diplomas apostillados o legalizados o recitan las entidades que dicen les han acreditado. Todas son estrategias de confusión.
Acceder a un estudio universitario, presencial o virtual, es una inversión de tiempo y dinero y también de expectativas de superación y que se espera a la larga repercuta en el estado de bienestar. Por tanto, hay que ser muy precavidos y confirmar éstas ofertas académicas que se encuentran por internet y que seducen con el ofrecimiento de becas, evitando así una amarga experiencia.
orale, pos me suena de una universidad esta que me llega su publicidad a mi buzon, universidad benito juarez, que dice que es de mexico, creo es una de esas de las que dices porque me gusto una maestria que ofrecen y es virtual y luego un cuate me mando esto y hablan de validez internacional y los goglee y andale, tienen un nombre muy parecido a otra de puebla y ya no me dio confianza, creo que es una universidad patito y pos no ya no