Escrito originalmente en el 2005. Periodismo digital desde Colombia.
Disertación sobre la segunda columna del texto “Las Siete Columnas del Periodismo Electrónico” de Juan José García Posada
“Intervenir con criterio profesional en la selección razonada y responsable de los contenidos informativos que circulan por la red. El uso de la libertad como facultad de hacer lo que debe hacerse es esencial para el periodista en Internet”.
Este punto lo considero importante pues es el criterio que nos habla de la diferencia que hay entre hacer periodismo aficionado y periodismo profesional.
En el último chat realizado, comentábamos que era responsabilidad del periodista darle la categoría de periodismo profesional a la labor que realizaba y que debía aprovechar eficientemente la ventaja diferencial latente entre el periodismo aficionado y el periodismo profesional.
Comentábamos que por mucho que surgieran blogs, iniciativas como Wikinews, entre otras, no dejaban de ser periodismo aficionado, sencillamente ciudadanos ejerciendo su derecho a informar y estar informados, muchos de los cuales producen por el afán de escribir y opinar, más que con la intención de informar lo más imparcialmente posible los distintos acontecimientos que se suceden.
Destaca además que el periodismo es una profesión íntegra como tal, que no se ve menoscabada por el nacimiento de nuevas formas de expresión que usan los mismos canales que el periodismo profesional. Y también, precisamente por el mismo hecho del boom de tantos medios y fuentes información, paradójicamente esto va en beneficio de los medios, en cuanto al grado de credibilidad que el usuario tenga en el mismo, es decir, una de las ventajas diferenciales que hay entre ambas modalidades de periodismo es la credibilidad y confiabilidad de la información. No es lo mismo que un usuario lo lea en un blog de alguien a leerlo en el sitio web de un importante medio que se ha labrado un reconocimiento a nivel local, nacional o internacional.
Es importante para los periodistas y medios digitales saber marcar la diferencia entre una y otra modalidad y más que todo, sensibilizar a los navegantes con respecto a donde encontrar información confiable. Y es allí donde entra a tomar partido la segunda columna, el criterio con que el periodista escoja las fuentes de información con que alimentará la noticia en la que trabaja, saber escogerlas es lo que hará que la información publicada por su empresa periodística se gane la confianza del público.
Para el periodista pueda hacer una selección razonada y responsable de las fuentes de información, entre ellas, las disponibles en internet, se requiere que se prepare mucho intelectualmente, es decir, que su conocimiento debe ser transversal (el conocer aspectos de muchas áreas del conocimiento humano le permite tener un abanico de herramientas idóneas con que evaluar la calidad de la información que está recibiendo de la fuente); que adquiera habilidades indispensables como el saber navegar en internet (esto lo veíamos en un módulo pasado cuando hablábamos de los diferentes tipos de navegantes que había en internet), es decir, el periodista debe ser un “ciudadano veterano de telépolis”; el saber leer, el saber escribir y el poseer además habilidades técnicas.
“El uso de la libertad como facultad para hacer lo que debe hacerse” resume el aspecto ético de la profesión. También como ciudadanos tenemos el derecho de informar y estar informados, pero además, por ser periodistas profesionales, tenemos una responsabilidad social con nuestros lectores en la red, tener la conciencia que la información que estamos ofreciendo proviene de fuentes dignas de ser tenidas en cuenta, fuentes que han pasado por filtros del criterio periodístico y cuya noticia producida, será una más que se destaque como un producto de un periodismo digital profesional.
Está en nuestras manos.
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