Los dejo con este artículo publicado en La Nación (Argentina) el pasado 28 de noviembre.
Editoriales en español dan batalla a Google
Será en 2010. Aún falta definir si la plataforma acordada por los grandes de la industria editorial en lengua española -Grupo Planeta, Random House Mondadori y Santillana- entrará en vigencia durante el primer semestre o el segundo. Pero las reuniones están avanzando en dos terrenos igualmente importantes: el legal y el tecnológico, con la idea de dar batalla a Google.
Cuando en julio de este año, los tres grandes grupos editoriales pusieron en marcha su plataforma para negociar en bloque los derechos de libros digitales y su distribución en nuevos soportes, los datos indicaban tímidamente que los nuevos lectores digitales avanzaban sin pausa.
Cuatro meses después se sabe, por ejemplo, que en España el 8% de la producción editorial ya es digital. Sólo en 15 años, la edición en nuevos soportes ha crecido de 220 a 8447. La curva es exponencial, como todo lo que ocurre en la autopista de la comunicación. El dato surgió de boca de la ministra de Cultura española, Angeles González Sinde, quien señaló que la industria editorial española maneja cifras de producción de libros digitales comparables con las de otros países europeos de su entorno.
Ayer, una fuente de la industria editorial en el nivel local dijo a La Nación que “hay un consenso total entre los tres grandes grupos en avanzar juntos, aunque todavía no hay un contexto claro. Lo que sí se sabe es que con un grupo sectorial se obtendrán mayores beneficios que con acciones individuales”.
En materia de contenidos ha habido pocos avances, confirmó la fuente, pero sí se sabe que hay grupos de trabajo que hacen aprestos para que, justo para las fiestas de fin de año, haya centros comerciales que tengan en su oferta de regalos navideños los nuevos dispositivos de lectura electrónica con suficientes libros en lengua castellana.
Los tres grandes
La plataforma digital de los tres grandes alcanzará en una primera etapa los 6000 títulos y el cuarto socio podría ser el Grupo Anaya. Entre los debates por dar está el relativo a los libreros, que aún tienen un largo camino que recorrer para adecuarse a la venta de libros digitales.
Es posible que la prisa se haya acentuado luego de la Feria de Fráncfort de este año, que tuvo al libro electrónico como estrella superlativa. Dos pisos del gigantesco edificio de la muestra editorial estuvieron destinados al libro electrónico y colmados de jóvenes editores.
La intención de los tres grandes grupos es plantarle cara al futuro y conseguir una cuota de mercado a expensas del todopoderoso Google. Dentro de dos años, vaticinan los editores que frecuentan las ferias de libros, un piso del 20% de los ingresos de la industria llegaría de la mano del libro electrónico.
Pero nada está claro. Ni cómo se van a negociar y a defender los derechos de autor, ni cómo será el acceso a los contenidos on line, ni cuáles serán las estrategias para frenar la piratería, los mejores lectores digitales, ni cómo será la literatura del futuro.
También los escritores se preguntan si acaso la escritura deberá adaptarse, siguiendo el curso de los cambios que imponen los nuevos tiempos digitales. Esto, debido a que la lectura digital permite una interactividad y una serie de interacciones que el papel, con sus limitaciones, no ofrece. Incluso la posibilidad de reestructurar el texto que se lee.
Todavía quedan viejos nazis entre nosotros. ¿Quieres conocer a uno? http://opalazon.blogspot.com