Escrito originalmente en el 2006. Periodismo digital desde Colombia.
¿Hacia una nueva opinión pública? Las ocho rupturas que el periodismo público le plantea al concepto clásico de opinión pública
Ruptura 6: Sobre la relación con el poder
“Los actores que participan en los procesos de opinión pública se relacionan de maneras asimétricas con el poder. La relación no siempre es crítica, como ya se vio, es posible que la opinión pública sirva para reforzar el poder y por lo tanto el tema de su independencia crítica siendo un ideal”.
Haciendo una traspolación al contexto nacional y tomando sólo el caso de las campaña electoral para presidente, vemos, como una vez más, las encuestas con su típica pregunta “si las elecciones fueran mañana, ¿usted con quien votaría?”, y sus respuestas cerradas, intentan legitimar la candidatura del presidente candidato colocándolo en el puesto No. 1 y lejos, porcentualmente, de sus competidores. Sería tonto no inferir que quien tiene el poder está influyendo en los resultados de esos sondeos de opinión y ejerciendo una presión silenciosa y psicológica ante los potenciales votantes: nadie quiere estar con los perdedores, mejor votar por el candidato que tiene mayores posibilidades de ganar las elecciones, así estaré con el equipo ganador.
El texto continua “Las marchas callejeras suponen un reto a las visiones dominantes y a las prohibiciones. Se definen por esencia en la oposición al poder. Sus relaciones son problemáticas y están marcadas por una actitud desafiante que va desde la ocupación del espacio público hasta el contrapeso que al menos temporalmente pueden ejercer sobre el discurso o discursos predominantes”.
Es una realidad que vemos en el país y que los medios informan en cada emisión o edición, sin embargo, su efecto e impacto en contraposición al poder no es tan palpable como en otros países, como en el caso de Argentina con el movimiento de las Madres de la Plaza de Mayo o recientemente en Ecuador con las protestas indígenas por la aprobación del TLC en ese país con USA. Las marchas de protesta en Colombia se quedan más en el rango de decir “no estamos de acuerdo con tal suceso”, más que de generar una modificación en las actitudes y decisiones del poder.
Personalmente, desde que tengo memoria, en el país se han hecho n número de marchas callejeras y protestas populares, pero realmente su impacto es reducido para no decir nulo y terminan en enfrentamientos con la fuerza pública por actos de vandalismo, es decir, en si mismas, las marchas populares se deforman, dejan de ser la voz de pueblo protestando contra las decisiones del poder para convertirse en oportunidades para cometer actos vandálicos y dar rienda suelta a los deseos reprimidos de cometerlos.
Luego el texto nos dice que “Los líderes de opinión son más transaccionales con el poder, pues van detrás de la negociación de sus intereses o de los intereses que representan. Se mantienen dentro del juego del poder buscando alianzas, haciendo transacciones. En este sentido les conviene estar más cerca que lejos del poder”.
Esto es una realidad del país, son incontables los candidatos que aspiran a algún cargo en el Ejecutivo cuyas propuesta son unas, normalmente en contra de lo que hace el gobierno en turno por aquello de ganarse la simpatía popular, pero al lograr conseguir los escaños “recapacitan” y renegocian, cambiando en gran medida lo que habían propuesto hacer estando de candidatos. Quien se mantienen en el poder es porque sabe jugar acertadamente sus cartas, así que no hay problema si implica pertenecer hoy al Partido Liberal y estar en contra del TLC, pero que al llegar al Congreso, se independiza de su partido, ingresa a otro y empieza la campaña a favor del Tratado de Libre Comercio.
El texto finaliza diciendo “El periodismo busca la gestión democrática de lo público en la ciudad, lo cual a veces lo coloca como contrapoder, según si el contexto político es autoritario o no. Introducir las perspectivas ciudadanas en la agenda pública es un proceso no exento de conflictos y de lucha por espacios de poder entre quienes han trabajado tradicionalmente por el favor de la opinión pública: los políticos y la prensa tradicional”. Más que las relaciones entre el uno y el otro, es la simbiosis en que los medios y el poder conviven, el uno depende del otro y viceversa, no en vano a los medios se les da el status del cuarto poder, partiendo de este punto, que tan posible es lograr acercarse a este objetivo, por lo menos en el caso colombiano?
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