En esta ocasión los dejo con este artículo de Alba Casas, publicado en el diario El País (España). Un texto interesante sobre el mundo de los fanfictions, personalmente, una excelente escuela para “soltar la mano” en el ejercicio de ser escritor. Mi grata experiencia con estos fue la creación de Siete años, siete historias. Fanfictions basados en la serie de televisión de Ranma 1/2.
Sus personajes, mis historias
Edward Cullen, el casto y conservador vampiro de Crepúsculo, se transformó en un multimillonario al que le gustaba el sadomasoquismo en la mente de E. L. James. La ahora famosa autora de Cincuenta sombras de Grey era una fan más de la saga vampírica que escribió en Internet una nueva vida para sus personajes favoritos.
Como ella, millones de seguidores de series, libros, películas o cómics escriben en la Red relatos con los personajes que les obsesionan. Se llaman fanfictions (la ficción de los aficionados) y tan sólo en la página Fanfiction.net hay más de seis millones: 700.000 son versiones de Harry Potter, 200.000 de Crepúsculo. Allí, Catwoman convive con Batman y otros superhéroes en una residencia universitaria. El Quijote pierde la cabeza leyendo novelas de ciencia-ficción y se cree que es un explorador espacial. Harry Potter y su archienemigo Draco Malfoy mantienen una relación amorosa….
Entre los fics —forma abreviada de fanfiction, al igual que fanfic— hay de todo: largos, cortos, bien y mal redactados, interesantes y aburridos… La mayoría están escritos, y son leídos, por mujeres. Los comentarios que dejan las lectoras sirven de guía para elegir en esta fábrica de historias virtual. También orientan a las editoriales que cada vez más se fijan en estos nuevos caladeros. Cincuenta sombras de Grey, El infierno de Gabriel, El seductor o La sumisa son algunos de los fanfics que han llegado a España en forma de libro de la mano de Random House o Planeta.
El éxito de Cincuenta sombras de Grey es extraordinario: cinco millones de ejemplares vendidos y una película que se estrenará en febrero de 2015. E. L. James casi había terminado de subir la segunda parte de Master of the Universe, nombre original de la novela en Internet, cuando la pequeña editorial australiana The Writer’s Coffee Shop le ofreció publicarla junto con la primera. Antes le hicieron cambiar el título, el nombre de los personajes, algunos detalles como el color de los ojos del protagonista y retirar la historia de la Web. La novela no tardó en estar entre los 50 títulos más vendidos de Amazon. Allí la encontró la editorial Grijalbo, de Random House. Ana Liarás, editora de la obra en español, asegura que antes de que el libro llegara a España ya se hablaba de él.
El bestseller no es el único fanfic erótico de Crepúsculo que ha llegado a las librerías (las tramas subidas de tono abundan, también los seudónimos). En total hay más de 100 títulos publicados en papel, todos versiones de la historia de amor entre Edward y Bella. En The Office, Bella, la novia humana del vampiro casto en la obra original, es una ambiciosa becaria que mantiene una tórrida relación con un jefe al que al principio no soporta, Edward. La novela llegó en 2013 a España bajo el título Beautiful Bastard. Un tipo odioso con el sello Debolsillo, también de Random House. Antes de ser publicado, ya tenía dos millones de visitas en la Red. Cristina Armiñana, su editora asegura que el sector presta cada vez más atención a las historias que nacen on line. La popularidad de los fics es una garantía a la hora de publicarlos, sobre todo ahora que el mundo editorial no está en su mejor momento. Si un relato triunfa en Internet, es posible que también lo haga como novela. “El proceso de maquetación y revisión es un valor añadido, así que deberían de tener una mayor acogida”, asegura Armiñana.
Tras un duro día de trabajo Esther echa el cierre en la empresa cárnica que lleva con su marido. Llega a casa. Prepara la cena. Cuida de su casi recién nacido. Y, cuando ya todos duermen, aprovecha el silencio para sentarse a escribir. “Primero la obligación, luego la afición”, dice la autora de Rendición, un fic en el que la tímida y patosa Bella encarna a una gogó que enamora al multimillonario Edward. Ha recibido más de 1,8 millones de visitas. Esther, o Partisan11 como se llama en Fanfiction.net, tardó dos años en escribir el relato de 680.000 palabras. Sin esperar nada a cambio, salvo los comentarios de sus lectoras. “Le he quitado horas al sueño para poder escribir”, cuenta.
¿Qué lleva a estas personas a dedicarle tanto tiempo a una afición? “Las ganas de más”, repiten autoras y lectoras. Más sobre una trama, más sobre unos protagonistas… “Hay algo liberador en leer historias sobre los personajes que uno más quiere”, dice Betzabeth, una abogada venezolana de 30 años que ha escrito 15 fics. El más popular, Decisiones incorrectas, acumula casi 13.000 comentarios.
Esta interacción es algo que no tienen las grandes editoriales. Las autoras de fanfics suben sus obras por capítulos, como una novela por entregas. Algunas lectoras se ofrecen para traducirlos a otros idiomas, otras para editarlos (las llamadas betas). Todo sin cobrar. Lo hacen para compartir una pasión que las obsesiona con personas que se sienten igual que ellas. Ana, gallega de 28 años, lee, escribe y edita relatos bajo el pseudónimo Ebrume. “Editar te permite ayudar sin exponerte tanto como escribir”, dice.
En la espera entre un capítulo y el siguiente, los foros echan humo. Creadoras y lectoras discuten sobre las historias. Las escritoras contestan los comentarios de sus seguidoras y, a veces, siguen sus consejos para continuar la trama. Foros y webs no solo hacen las veces de biblioteca, también de salas de reunión. Las participantes tienen una relación de tú a tú. Muchas veces se hacen amigas. Algo difícil de conseguir con los escritores profesionales.
A Mábel Montes, catalana de 39 años, la convencieron sus propias lectoras de que autoeditara Sucursal 312. Lo hizo con el título Yo también lo siento a través de CreateSpace, una herramienta de Amazon. Registrarse, subir la obra, elegir el diseño de la portada y del interior del libro. “Es muy sencillo y no tienes que invertir nada”, asegura Mábel que está negociando con una editorial el futuro lanzamiento de su novela. “No me imaginaba esto cuando escribí mi primer fic”, dice. Pero no es tan raro: Ana Liarás, de Grijalbo, afirma que, aunque no lee fics, sí que revisa libros autoeditados. “Hay cosas muy interesantes”, afirma.
Mientras las obras existen solo en Internet y gratis basta con un aviso al inicio del relato en el que se deja claro que los personajes pertenecen a otra historia anterior. Pero en el momento en el que la autora pretende lucrarse con su obra, tiene que renunciar a sus adorados personajes originales. Amazon, a través de la plataforma Kindle Worlds, ha encontrado una solución: un acuerdo con Warner Bros. Television para poder publicar historias sobre las series Gossip Girl, Pretty Little Liars y The Vampire Diaries, entre otras. Las autoras reciben entre un 20% y un 30% de las ganancias que genere su obra.
Betzabeth lleva escribiendo desde que recuerda. “Siempre me ha encantado crear historias y sumergirme en ellas”, dice, “dedicarme a ello de forma profesional sería maravilloso”. Para escritoras como Betzabeth o Esther, que desean introducirse en el mundo de las obras originales, surgen alternativas a la autoedición. Big Bang Press es una pequeña editorial que cinco creadoras y lectoras de fics han formado para abrir ese abanico de oportunidades en Reino Unido y Estados Unidos. Su idea es buscar aclamadas escritoras de fanfics y ofrecerles escribir un relato original. Sin personajes conocidos, ni historias famosas. Solo el nombre de la autora como aval. Ya han seleccionado a tres. “Próximamente”, anuncia la página al pinchar sobre las futuras novelas.
La autora y sus fieles como garantía. Es una buena apuesta. Estas fans que se ponen a escribir tienen a su vez fans incondicionales en los foros donde los comentarios son del tipo: “No encuentro suficientes palabras que abarquen lo que tu historia representa, excelente soberbia”. La pregunta es, ¿serán capaces de arrastrarlas al papel? Rocío Varet, psicóloga onubense de 27 años, tiene todos los libros en español que han surgido a partir de fanfictions de Crepúsculo. “Sé que voy a releerlos y por eso los compro”, dice. Sin embargo, hay algo algo que nunca le dará una editorial: “Lo mejor de los fics es encontrar gente con la que hablar de estos personajes”.
Ficción en todos los soportes
El salto a las páginas. Además de Cincuenta sombras de Grey de E. L. James, en español en la editorial Grijalbo, a nuestro país han llegado al papel algunos de los títulos más exitosos en Internet.
El infierno de Gabriel, El éxtasis de Gabriel y La redención de Gabriel (Planeta) son los títulos que conforman la trilogía erótica creada por Sylvain Reynard, uno de los pocos autores de hombres. La trilogía nació en Internet como La universidad de Edward Masen y es una historia basada en los personajes de Crepúsculo.
Ajuste de cuentas de Gabrielle Goldsby (Egalés) se llamó originalmente Paybacks. Esta novela lésbica está basada en la serie Xena: La princesa guerrera.
El seductor, de Alice Clayton, de la editorial DeBolsillo, tenía como título Edward Wallbanger antes de que su autora decidiera autoeditarlo.
Los más populares. La página Fanfiction.net tiene más de seis millones de fics. Harry Potter, la saga para adolescentes de la autora J. K. Rowling, es la ficción más versionada con 690.000 historias que han dado lugar a todo tipo de tramas: desde el futuro de los hijos del protagonista, hasta un mundo sin magia.
Naruto, la serie japonesa, es el segundo en el ranking con 365.000 relatos. Tanto el manga como el anime (animación japonesa) tienen un gran peso en el mundo del fanfiction.
La saga Crepúsculo cuenta con 216.000 fics. Aunque lo más habitual es encontrar a Edward y Bella viviendo idilios de amor, también aquí prima la variedad. Abundan las historias protagonizadas por Bella y Jacob o Bella y Alice.
Fics en todas las artes. La idea de dar una vuelta a las historias más populares se extiende por todas las artes. Hay creadores de Fanfilms, es decir, producciones audiovisuales basadas en libros, películas y series. Internet también está lleno de ilustradores que imaginan a sus personajes preferidos y los retratan en Fanarts. Como en el dibujo de arriba, donde la publicista costarricense Stef Tastan transmite su particular visión del Quijote. “Mi felicidad está en las series de televisión, los videojuegos, libros y películas. Ahora Game of Thrones me tiene como loca. Siempre me alegra conectarme y compartir con la gente mis ideas”.
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