La autopublicación escribe una nueva página en el sector editorial

En esta ocasión los dejo con este artículo de Geoffrey Fowler y Jeffrey Trachtenberg y publicado en el The Wall Street Journal Americas. Es una interesante reflexión sobre el panorama de la autopublicación y su impacto en la tradicional industria editorial. Son nuevas tendencias que los escritores noveles no pueden dejar pasar desapercibidas.

La autopublicación escribe una nueva página en el sector editorial

La escritora Karen McQuestion se pasó casi diez años intentando persuadir a una editorial neoyorquina para que publicara uno de sus libros. En julio, la madre de tres hijos de 49 años decidió hacerlo ella misma, en Internet. Casi un año después, McQuestion ha vendido 36.000 copias electrónicas o elibros a través del lector Kindle de Amazon. com y tiene una oferta para una película con un productor de Hollywood. En agosto, Amazon publicará una versión en tapa blanda de su primera novela A Scattered Life, sobre un triángulo amistoso entre tres mujeres en un pequeño pueblo de Wisconsin.

McQuestion se encuentra a la vanguardia de un cambio tecnológico que está aflojando el tradicional control de las editoriales sobre el mercado de los libros y otorgando nuevo poder a compañías tecnológicas como Amazon para determinar qué libros y qué autores tendrán éxito. La autopublicación digital está creando una nueva frontera en los libros y amenaza a la industria tradicional. En su día considerados como títulos de “vanidad” por la editoriales, de repente los libros autopublicados son capaces de prosperar sorteando el sistema.

“Si es un escritor y quiere llegar a muchos lectores, hasta hace poco tenía entido vender su libro a una editorial tradicional, ya que controlaban la impresión y la distribución. Esto está empezando cambiar”, dice Mark Coker, fundador de Smashwords Inc., vendedora de servicios de publicación y distribución delibros electrónicos (e-libros), ubicada en Silicon Valley.

El motivo de este cambio radica en la creciente popularidad de los libros electrónicos, que muy pocos estaban dispuestos a leer hace tan sólo tres años.La iPad de Apple y dispositivos como el Kindle de Amazon han facilitado la compra y lectura de los e-libros. Las ventas de libros en EE.UU. cayeron el año pasado 1,8% a US$23.900 millones, pero las ventas de e-libros se triplicaron a US$313 millones, según la Asociación de Editoriales de Estados Unidos.

Las ventas de libros electrónicos podrían representar entre 20% y 25% del mercado total para 2012, predice Mike Shatzkin, un consultor editorial, un alza frente al estimado 3% a 5% este año.

Aún no está claro cuál es el impacto de la autopublicación digital sobre las grandes editoriales, que aún son propietarias de los grandes éxitos de la industria, tanto en formato electronico como impreso. Muchas casas editoriales hacen caso omiso de los títulos autopublicados, alegando que la mayoría desaparece, en parte porque su edición es muy mala y casi nunca son reseñados.

Sin embargo, algunas editoriales dicen que la autopublicación en Internet y la irrupción en el mercado de compañías como Amazon podría representar un cambio radical para el mundo editorial.

El trastorno causado por este incipiente negocio ha desatado una carrera para encontrar prometedores escritores y atraer clientes que ya no acuden a las librerías.

Amazon ha tomado la delantera, al ofrecer servicios que permiten a los autores autopublicar sus obras y crear un sello editorial para publicar a prometedores autores en papel y en Internet. Este mes, Amazon ha subido las apuestas, al aumentar la cantidad que paga a los autores de 35% a 70% de la facturación, para los libros electrónicos con precios de entre US$2,99 y US$9,99.

Un escritor autopublicado cuyo e-libro se vende por US$9,99 en la librería electrónica del Kindle de Amazon recibirá alrededor de US$6,99 por libro que venda. El autor recibiría de la mayoría de las editoriales US$1,75 por la venta de un libro electrónico similar.

La nueva fórmula aumenta el atractivo de la autopublicación digital para los autores. “Algunos se verán tentados por la regalía de 70% de amazon”, apunta Richard Nash, ex editor de Soft Skull Press, quien recientemente lanzó una nueva editorial, Cursor Inc. “Si ya tienen una base leal de aficionados, ¿querrán 70% de US$100.000 o 15% de US$200.000 (por un libro de tapa dura)?”, añadió.

Los nombres tradicionales en la industria y las compañías tecnológicas se están subiendo al tren de la autopublicación digital. Apple anunció la semana pasada un nuevo programa de autopublicación digital para su iPad que concede 70% de los ingresos a los autores, similar al sistema de Amazon. El mes pasado, Barnes & Noble presentó un nuevo servicio llamado PubIt!, que permite a los autores publicar y vender sus propios libros en Internet.

Además, han surgido varias compañías tecnológicas que ofrecen servicios de autopublicación, incluyendo Smashwords, Scribd.com, FastPencil Inc., Lulu Enterprise Inc. y Wattpad.

Por ahora, la mayor librería de obras autopublicadas a la venta es Digital Text Platform, lanzada por Amazon junto con su Kindle en 2007 para ofrecer a los escritores y pequeñas editoriales herramientas simples para sumar libros a la tienda de sus lectores de libros electrónicos.

En la actualidad, la tienda del Kindle representa alrededor de 70% del mercado estadounidense de los e-libros. Amazon se vale de su influencia para alcanzar acuerdos directamente con autores de renombre. Por ejemplo, ha firmado contratos exclusivos de publicación en Internet con escritores populares como Stephen King y Stephen Covey.

Y en mayo de 2009, Amazon lanzó su propio sello de autopublicación, Amazon Encore. La editorial selecciona los más prometedores entre la avalancha de títulos autopublicados, para posteriormente editarlos y distribuirlos en Internet y librerías. Tras debutar con el libro Legacy, escrito por la entonces joven de 14 años Cayla Kluver, Amazon Encore ya ha publicado 19 libros.

El presidente ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos, quiere ser un socio, no una amenaza, de las editoriales. “Creo que el riesgo real es que hay muchas editoriales, algunas de las cuales son realmente innovadoras, y se están volcando en esta nueva área de los e-libros”, afirma. “Pero si no es una de estas editoriales, yo me preocuparía”.

La industria dice que la mayoría de los autores reconocidos permanecerá en las editoriales de libros impresos. Más de 90% de las ventas aún provienen de los libros físicos. Además del apoyo de edición y comercialización que obtienen con sus manuscritos, muchos escritores dependen de los adelantos que reciben de las editoriales. Algunos reciben pagos superiores a US$1 millón mucho antes del lanzamiento de sus libros. Los autores autopublicados sólo generan ingresos cuando sus libros se venden.

Aun así, a medida que miles de autores autopublican sus obras, el control de las editoriales sobre la distribución de los títulos y sobre qué libros se venderán continúa debilitándose. Algunas editoriales temen que una de las grandes compañías tecnológicas que distribuye en la actualidad libros electrónicos compita por los autores más conocidos en la industria, ofreciéndoles adelantos en un intento por ganar cuota de mercado.

Muchos autores de best-sellers escriben varios libros al año, y podrían verse tentados a probar el mercado si tienen un manuscrito que no esté bajo contrato.

A pesar de que la autopublicación digital de best-sellers, la gran mayoría de los autores apenas es popular y vende pocos libros.

Caroline Weiss y Margaret Wallace autopublicaron el año pasado su novela Stalking Bret Easton Ellis. Weiss estima que las ventas del libro no superan los 400 ejemplares impresos y 100 copias digitales. “Definitivamente, la promoción de nuestro libro es una tarea ardua”, dice Weiss. “Los medios sociales ayudan, pero hay que ser muy agresivo”.

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1 comentario

  1. Una de las labores de las editoriales, además de servir como filtro (ya sea para la mala calidad o para la censura) es la estructura de distribución y publicidad para los libros.

    Una iniciativa para quienes decidan autopublicar, es estudio664.com Una red social para que autores, lectores y editoriales independientes compartan sus obras y comenten las mismas.

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