Escrito originalmente en 1999, que disfruten su lectura.
“Esencia y significación del juego como fenómeno cultural” de Johan Huizinga
El autor en este texto realiza una exposición detallada y sustentada acerca del entorno y de lo que significa el juego, lo ve desde el entorno religioso, desde el entorno de la Cotidianidad, desde el entorno espiritual, compara los diferentes niveles del juego que se dan en las diferentes etapas del ser humano y su significado en cada una de esas etapas, los tipos que de este existen tanto en la sociedad de los humanos como en la de los animales y las clases que hay: si son competitivos, ritos, ceremonias o celebraciones, o son recreación y distracción.
Huizinga nos dice que el juego es inherente a las personas y que forma parte de nuestra cultura, pero que va mucho allá de esta. También analiza el porque se da el fenómeno del juego, pero no desde el punto de vista científico tradicional que aduce que el juego es simplemente un desahogo de nuestras energías, un descargue de las mismas, interacciones con quienes y lo que nos rodea, sino, desde el punto de vista estético.
El juego contiene diferentes elementos que lo constituye, ellos son: la alegría, la broma, la risa y lo cómico de forma relativa y todo esto relacionado con un elemento físico como lo es el disfraz y el hecho de disfrazarse “jugar a alguien que es otro”, carece de conexión racional, está lleno de sentido, cumple una función social, raya entre lo serio y lo no serio, carece de malicia, es bello, armónico, es una actividad libre, es gustoso y placentero y adquiere un estado de santidad, irrumpe en la Cotidianidad y crea un espacio temporal de máxime confort. No tiene comienzo ni fin ni un tiempo de duración.
Hay un elemento que a veces se destaca dependiendo al tipo de juego y es la tensión, sobre todo cuando son juegos de actividades competitivas: un partido de fútbol, un juego de béisbol, entre otras. Esta tensión mal encausada puede convertir al juego en una total pesadilla. El juego también posee reglas, tácitas o no, y para poder disfrutarlo hay que cumplirlas, y no convertirse en un aguafiestas o en un tramposo porque entonces el juego pierde su razón de ser.
Considero que la exposición hecha de este tema por Huizinga, es acertada, ya que analiza muchos aspectos que para nuestro diario vivir pueden pasar desapercibidas, y por eso mismo, las cosas que revisten gran importancia como es un acto de jugar, que aparentemente es algo instintivo y autómata (en la mayoría de los casos, sin llegar al extremo en enviciarse con los juegos), es la base de la socialización de nosotros con las cosas y los otro seres vivos que nos rodean.
quisiera hacer una consulta ¿cual seria la relacion del juego con la cultura
Me paresen importantes tus reflexiones cada idea que entrelasas en el texto tiene un valor significativo.