Hace unos días un investigador nigeriano hizo esa pregunta en un grupo de Facebook en el cual participo. La misma suscitó un gran volumen de respuestas por parte de investigadores y académicos de todo el mundo que hacen parte de este, cada uno aportando su mirada de los elementos que consideraban les permitían identificar o etiquetar a un journal, o revista científica, como depredador.
¿Qué se entiende por journal depredador?
La comunidad científica utiliza el término “journal depredador” para identificar a una revista científica que carece de integridad y calidad editorial, y que se enfoca principalmente en obtener ganancias económicas en lugar de promover la divulgación de investigación científica legítima y contribuir al avance del conocimiento. La proliferación de journals depredadores ha coincidido con la adopción, por parte de algunas editoriales académicas, del modelo gold Open Access, mal llamado Open Access a secas (ya que también existe el platinum o diamond Open Access). Este modelo implica el cobro de una tarifa a los autores, conocida como APC (article processing charges), a cambio de la publicación de sus artículos, por lo que los journals depredadores naturalmente buscan sacar provecho también de esta muy lucrosa dinámica financiera.
Se pueden identificar cuatro orígenes de este tipo de publicaciones científicas fraude, en donde hay dos elementos siempre presentes: primero, el cobro del APC y, segundo, los índices de WoS y Scopus y el IF (factor de impacto).
Origen A: el nuevo. Es el más simple, una “editorial académica” registra una nueva url y ofrece publicar papers en su “journal” muy rápido y en un rango de precios muy variable. Muchos de estos aparecen listados en la Beall’s List.
Origen B: los comprados. Journals legítimos que nacieron en el seno de alguna universidad o asociación científica, que usualmente no cobraban APC, y posteriormente fueron vendidos a una “editorial académica” que los siguen operando bajo la misma marca, pero ahora cobrando APC. En esta noticia de El Confidencial se explica cómo funciona esto.
Origen C: los secuestrados o clonados. “Journals” que suplantan journals legítimos con la finalidad de estafar. En estos casos, pueden tener exactamente el mismo nombre (y a veces hasta la misma identidad gráfica) con obviamente diferentes url, o, son journals legítimos descontinuados con dominios web vencidos que una “editorial académica” recompró y los puso de nuevo en funcionamiento cobrando APC. Sobre estos, RetractionWatch actualiza una lista donde ha identificado a más de 200 de este tipo.
Origen D: los expulsados. Journals legítimos que, en su mayoría cobran APC, indexados en WoS o Scopus, que empiezan a comportarse como depredadores, por lo que terminan siendo retirados de estos índices al ser identificados como tal, perdiendo así su IF. Algunos journals de las grandes editoriales académicas como Elsevier, MDPI, Frontiers, Sage, Springer, Wiley/Hindawi, Taylor & Francis, entre otras, se encuentran aquí. Al respecto Clarivate, propietaria de WoS, que ha retirado más de 100 journals, explica esto y Predatory Journals lleva una lista de los journals expulsados de Scopus que suman más de 800.
¿Cómo sé cuáles son?
Distinguir un journal depredador no es una tarea fácil y requiere de un ojo entrenado. No en vano, algunos investigadores, tanto seniors, pero sobre todo los juniors, caen en sus redes sin saberlo. Lamentablemente, en el proceso de formación como PhD, esto no es algo que se aborde en el currículo, así como tampoco otras cuestiones cruciales necesarias saber para la integridad de la carrera investigativa: congresos depredadores, fábrica de papers, falsos pares revisores, falsos autores, citaciones coercitivas, compra de autorías, etc., sino que se aprende en la práctica, y a veces, de la infortunada experiencia.
Las siguientes son las características predominantes en los journals depredadores, aunque es posible que no todas estén presentes al tiempo y puede haber otras que no menciono. Si logras identificar varias de estas en un journal al que te interesa someter un paper, entonces hay bandera roja y probablemente es un depredador. En últimas, confía en tu instinto, si te causa desconfianza, no sometas.
1. Siempre cobran APC: El rango de precios puede variar considerablemente, desde menos de $100 hasta más de $2.000 dólares (u otras monedas considerabas como fuertes: euros – €, franco suizo – CHF y libra esterlina – £), aunque también es posible que, en otras monedas como la rupia – INR o el real – R$. A veces ofrecen generosos descuentos en este rubro.
2. Suelen otorgar excesiva importancia al factor de impacto o IF: Dedican mucho espacio en sus páginas para destacar el supuesto IF que tienen, y/o destacan muy visiblemente su supuesta indexación en Scopus o WoS (esto lo hacen sobre todo los journals secuestradores o clonados), así como también otras supuestas indexaciones.
3. Emplean la técnica del spam por correo electrónico, a veces utilizando palabras pomposas que buscan alimentar el ego, para distribuir sus supuestos “call for papers”, en donde te piden que, literalmente, les envíes cualquier texto que tengas (un paper, una reseña de tres páginas… todo vale); algunos, incluso, ofrecen publicar el paper en un número o issue ya publicado. En ocasiones, en estos correos suelen encontrarse palabras escritas con letras no latinas (ej: resear?h en vez de research) o te copian el abstract del paper que les causó una “profunda impresión”. También es posible encontrar campañas publicitarias en Facebook y Twitter invitando a publicar con ellos.
4. Ofrecen plazos de días para la aceptación y publicación del paper, tres días, cinco días, que son incompatibles con la realización de un proceso riguroso de revisión por pares, correcciones de los autores, decisión del editor y la publicación, mismo que puede tomar varios meses (o incluso el año o un poco más). En otras palabras, no pasan por un proceso de revisión por pares, o aparentan hacerlo, pero no lo hay.
5. Publican muchos números o issues en un año, un ritmo superior a cinco ediciones al año, incluso, a veces hasta doce, es decir, una mensual. También son muy activos con la publicación de special issues o números especiales (especialmente los journals expulsados…). En estos últimos se ha identificado la tendencia de publicar número o issues con años posteriores (Ej: publicar en el 2023 issues con fecha 2025).
6. Cada número o issue que publican lista una enorme cantidad de papers. Un journal legítimo publica alrededor de 10 a 12 papers por cada número o issue, a veces un poco menos o un poco más, los journals depredadores publican alrededor de 50 a 100 o más papers en un solo número o issue. En el caso de los journal expulsados, se ha visto la maniobra que para disminuir papers por cada issue, han empezado a publicar fechándolos con años venideros, es decir, por ejemplo, se publicó en el 2023, pero se fecha como 2025.
7. Los papers publicados en cada número o issue pueden ser de distintos campos del conocimiento, por ejemplo, uno sobre un tratamiento contra el cáncer y el siguiente sobre la calidad de la educación en escuelas indígenas. También pueden ser de muy diversos temas de un mismo campo.
8. No verifican las autorías y filiaciones o dejan cambiar las autorías y/o las filiaciones después de la aceptación, es decir, no hay un proceso riguroso de verificar si los autores existen y si de verdad tienen filiación bajo la cual publican. Los journals legítimos recientemente han empezado a ejecutar este paso en el proceso de aceptación de un artículo dado el creciente fenómeno de autores inexistentes. A esto se le suma también la compra de autorías, como, por ejemplo, en este reportaje de Punto Final se explica cómo funciona en Perú, o autores que por dinero cambian su filiación, como sucede, por ejemplo, con los científicos españoles y las universidades de Arabia Saudita, o este caso en Chile.
9. El editorial board, algunos journal depredadores parecen colocar nombres al azar de investigadores que no existen, o en el caso de los secuestradores o clonados, colocan los mismos nombres que aparecen en el journal legítimo. Es muy difícil para los autores verificar la autenticidad de la plantilla que se lista en el consejo editorial o editorial board.
¿Publicar en un journal depredador arruina mi carrera científica o investigadora?
No, tu carrera científica o investigadora no se va a arruinar por haber publicado en journals depredadores. Lo que podría suceder es que un ente evaluador no tenga en cuenta el paper a la hora de una puntuación a la producción científica porque el journal está en la Beall’s List, en el Retraction Watch Hijacked Journals Checker, o porque fue expulsado de WoS o Scopus; o quizás alguna incidencia en el número de citaciones, pero si se lo tiene como una práctica frecuente, puede que esto sí tenga un impacto, como, por ejemplo, para la obtención de financiación. En general, la mayor afectación en publicar en un journal depredador es al prestigio del investigador/a, que su nombre quede listado como autor en una publicación de dudosa reputación, y el dinero que costó.
Ahora, si bien es cierto se habla por regla general de artículos de baja calidad en journals depredadores, también es posible encontrar buenas investigaciones, bien hechas y explicadas. No se puede perder de vista que el sello de calidad no lo da el journal en que se publica, sino el mismo artículo. De ahí que el famoso IF, para mí, no sea más que humo.
Por ética e integridad científica, lo mejor es evitar publicar en los diferentes tipos de journals depredadores descritos, sin embargo, como ya se referenció, la falta de conocimiento y experiencia, y otras razones como la presión del “publica o muere”, la publicación rápida y con pocas trabas pagando y una fijación enfermiza con WoS, Scopus y el IF, seguirá alimentando esta polémica industria dentro del ecosistema científico.
* Publicado originalmente en el Blog de Investigación de UTB.
Sobre la pregunta ¿Publicar en un journal depredador arruina mi carrera científica o investigadora? El asunto es, que suceda una vez, tienes excusa, pero múltiples veces es como difícil de argumentar que no sabías lo que estabas haciendo.