
Escrito originalmente en el 2002. Disfruten su lectura.
Reflexión a partir del primer ensayo de Berger
Leyendo el texto asignado, me parece que este abarca varios tópicos, claro está, unos relacionados con otros. Primero nos habla del sentido de la vista, del “mirar” y el “ver”, donde lo visto y/o lo observado tiene mucha más fuerza significativa que sin tan sólo escucháramos o leyéramos su significado. Obviamente el significado de lo visto varía de acuerdo al acervo cultural del espectador y de la compresión de la “naturaleza recíproca de la visión”, es decir, si yo veo algo, ese algo también me verá a mi, tal como lo plantea el texto, se hace un intento de explicar como YO veo las cosas y un intento de descubrir como EL/ELLA ven las cosas.
Aclarado este aspecto de la visión, el texto continúa con la definición de qué es imagen, sus características y su evolución. El concepto de imagen lo entiendo como una concretación física de lo que ha sido visto, es decir, que la imagen es el producto de plasmar, a través de algún medio físico: una pintura, una fotografía, etc; lo que hemos visto en un momento dado y que hasta ese momento sólo existe en nuestra mente. Es como lo plantea el texto: “imagen es una visión que ha sido recreada o reproducida. Es una apariencia o conjunto de apariencias, que ha sido separada del lugar y el instante en que apareció por primera vez”. Me llama mucho la atención lo que plantea la lectura al referirse que la imagen no son sólo es el aspecto que algo o alguien había tenido, sino que implicaba también como su hacedor la había visto. “ Y así, una imagen se convirtió en un registro del modo en que X había visto a Y”.
A partir de este punto, la lectura habla de las obras de artes, específicamente de los cuadros, por ser estas imágenes que nos brindan el testimonio de un pasado, siendo más fidedignas que la literatura, pero no sólo por esto son importantes sino porque analizándolo nos puede decir que fue lo que vio el artista a la hora de plasmar el cuadro. Sin embargo, el aproximarse a la visión del artista en su obra no es fácil debido a la mistificación del arte, es decir, el arte se ha colocado como algo a lo que sólo tienen acceso las personas mas pudientes, ubicadas en la escala social más alta o eruditos y esto es reafirmado por los lugares donde se guardan las obras como iglesias, castillos, museos, colecciones personales, bibliotecas y las formas como éstas se conservan en bóvedas especiales o salas suntuosas con vidrios de seguridad.
Lo anterior hace que lo importante en la obra no sea lo que el pintor vio a la hora de hacerla, sino lo que la pintura dice de sí misma, que también es importante, lo inadecuado es que una prevalezca sobre la otra. Con el avance tecnológico para reproducir, es decir, la invención del cine, la cámara fotográfica, entre otros; hace que las pinturas lleguen a la gran mayoría de personas a través de la televisión, revistas, libros; lo que permite que ellos realicen las más diversas lecturas e interpretaciones sobre la misma (esa fue la intención inicial), o sea, los cuadros pierden la mistificación de exclusividad, para adquirir dos nuevos valores: la unicidad y el valor comercial, que a su vez son la nueva mistificación. La unicidad se refiere que a pesar de que existan muchas copias y reproducciones de una obra, siempre habrá uno que el original y por lo tanto allí estará su valía y el valor comercial se refiere que lo valioso de una obra está dictado por su precio en el mercado y entre más antigua su precio es incalculable.
Esta nueva mistificación ha hecho que los espectadores promedios no tiendan a pensar que significado tiene la obra y mucho menos que veía el pintor a la hora de hacerla, sino que es importante porque la pintó A o B artista o porque tiene X valor incomprable para ellos. Ahora existen textos que les dicen cómo leer las obras o sencillamente les dan una descripción superficial, quien la pintó y porque es representativa, por lo tanto, a estos espectadores ya no les hace falta reflexionar sobre la misma, lo cual hizo que la intención inicial de la reproducción y copia de las obras se haya diluido.
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