Escrito originalmente en el 2005. Periodismo digital desde Colombia.
Pensar local la ética periodística en Internet
A estas alturas del partido no cabe duda que Internet se ha convertido en tiempo record en un gran medio de comunicación, tal como lo plantea Roberto Silva en su texto “competitividad y ética”, con consecuencias apenas lógicas, ¿cómo se regula todo ese caudal información que está presente en internet?, ¿qué principios éticos regulan a aquellos que divulgan noticias en la red?, ¿puede cualquier persona asumir el papel de periodista?, ¿con qué velocidad se puede adaptar un código de ética teniendo en cuenta la rapidez con que la red evoluciona?
Hasta el momento sigue siendo una utopía hablar de una ética para el periodismo en internet si precisamente Internet se ha caracterizado como un medio virtualmente libre de cualquier tipo de censura y donde la línea entre la libertad y el libertinaje (entendiéndose como el abuso de la misma) es muy borrosa. Además, hay que sumarle también otro factor primordial, la proliferación de recursos donde se puede alojar gratis un sitio web o si se prefiere, crear un weblog, lo que ha permitido que cientos, si no son miles de ciudadanos virtuales, se hayan avocado la labor de periodistas y divulguen información sin ton ni son y si un mecanismo que los regule.
Ante esta situación, surge el papel diferencial de los medios que tienen presencia en internet y a quienes en conjunto les corresponde crear un mínimo código que regule las conductas de aquellos que intelectualmente se han preparado como periodistas, bajo la observancia de la declaración universal de los derechos humanos en su aspectos del derecho a la libertad de prensa y el derecho a estar informado (1), y adicionalmente, con la característica de la versatilidad para poder adaptarse a la continua evolución de la red.
Y surge la pregunta, ¿cómo hacerlo si la aldea global es precisamente eso, global? Para salvaguardar este punto, pienso, que no queda más que empezar por lo local. A mayor globalización, más local se convierte la cuestión.
Pienso que algunos puntos planteando en párrafos anteriores pueden tornarse algo contradictorios, pero considero, como lo planteaba en el segundo párrafo de este texto, que en las condiciones actuales es totalmente utópico concebir un solo documento mundial donde se consigne la ética del ciberperiodismo. Para poder concebir al menos algo que se le asemeje y que permita regular por lo menos a los portales noticiosos (2), quienes a pesar del boom de los weblogs (y de lo que pueda seguirles) siguen llevando la batuta en cuanto al grado de confiabilidad y credibilidad que tienen, se necesita empezar por lo local; siendo el primer paso la formación de un equipo editorial idóneo para esta labor.
Por mucha libertad que haya en internet, siempre se hace necesaria la presencia de alguien que la “regule”.
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(1) Como lo sustenta Juan José García Posada en su artículo “la utopía de una ética universal del periodismo electrónico”
(2) porque los sitios web de los medios de comunicación no son simples sitios web, han evolucionado en poco tiempo, unos más que otros, convirtiéndose en portales de noticias.
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