Confrontación entre “Todos los santos, día de muertos” de Octavio Paz y “Ciudad de México, 1992” de Alma Guillermoprieto

Escrito originalmente en 1999. Espero disfruten su lectura.

Confrontación entre “Todos los santos, día de muertos” de Octavio Paz y “Ciudad de México, 1992” de Alma Guillermoprieto

Todos Santos, Día de Muertos
Octavio Paz

En este texto, Octavio Paz nos relata el porqué se suceden las fiestas, cual es su significado psicológico y filosófico y se enmarca para describirlo en la idiosincrasia de un país como México cuyo calendario está poblado tanto de fiestas patrias como de religiosas.

Pero él no solamente se queda en las fiestas patrias o religiosas, sino que profundiza más allá hasta llegar a la celebración de la fiesta de la muerte y hacernos notar como ésta y las otras tantas fiestas son sólo instrumentos de escapatoria para los mexicanos, son sólo momentos mágicos dentro de su realidad cotidiana y cómo las disfrutan para luego volver a encerrarse en ellos mismos y seguir trabajando para sostener un estado.

En suma, las fiestas son el motivo de la vida de éstos pueblos y la muerte constituye el regresar a su realidad en espera de la próxima resurrección de su vida, en espera de la próxima fiesta.

Ciudad de México, 1992
Alma Guillermoprieto

En este texto, Alma Guillermoprieto describe a Ciudad de México desde todos sus ámbitos y con su toque personal: Su música y todo lo que la rodea, su gente y la modernización de la ciudad a raíz de la aprobación del TLC entre Canadá, Estados Unidos y México.

Para lograr este objetivo, ella va a todos los lugares recónditos de esa ciudad, investigando en el común de sus habitantes qué piensan y qué sienten, qué escuchan, qué visten, qué comen y muchos otros aspectos de su diario vivir y cómo esa ola imparable de modernización que se inició con Carlos Salinas de Gortari ha afectado las entrañas de su nacionalismo y patriotismo.

Son opiniones encontradas respecto al TLC, si era apropiado o totalmente perjudicial, lo que Alma Guillermoprieto encontró en 1992, pero han pasado ya 7 años desde que este tratado se firmó, han llegado franquicias de comidas rápidas, ha llegado más su música y toda la contaminación cultural y social que ellos puede proveer; pero aún esta ciudad sigue conservando perenne lo que ellos son, lo que llevan en su sangre y en el tuétano de los huesos y que nunca dejaran de ser: Mexicanos.

Confrontación de textos

Tanto Octavio Paz como Alma Guillermoprieto, cuyos textos son complementarios, hacen una radiografía de la ciudad más poblada del mundo: Ciudad de México. Paz enfatiza en el ritual y los significados de las fiestas y el binomio vida – muerte, mientras que Alma Guillemoprieto enfatiza en su música y las consecuencias del TLC y la modernización a las entrañas mismas de su nacionalismo. Aplicándolo a nuestra Barranquilla, tenemos:

El texto de Octavio Paz tiene una total aplicación en nuestro contexto de Barranquilla y sus Carnavales. Tal como él describe lo que son las fiestas para los mexicanos y que significan para ellos, para el Barranquillero también significan 4 días de carnavales donde las reglas sociales se rompen, las personas enloquecen y se vale todo, donde se tira maizena y agua a cualquier conocido o desconocido, donde el dinero ahorrado con mucho esfuerzo y sacrificando cosas importantes como la comida, el vestido y hasta su familia, se derrocha sin recelo y se vive una libertad que no se tiene en el resto del año.

En los carnavales también se vive el binomio vida – muerte, pero un tanto diferente a lo que vive el mexicano en sus fiestas. Carnavales para muchos es muerte, muerte simbólica y muerte real, son muchas las personas que pierden la vida durante estas festividades carnestoléndicas por diferens causas, pero también es una muerte simbólica y a la vez rejuvenecedora porque significa morir, aunque sólo sea por 4 días, a las responsabilidades que los agobia durante el resto del año y es rejuvenecedra porque después de esta libertad y libertinaje, recuperan fuerzas para volver a su cotidianidad en espera del próximo febrero. Pero carnavales también es vida, vida real y vida simbólica. Son muchas las locuras sexuales que se comenten en esos días, pagando de por vida los resultados desde noviembre y también vida simbólica porque muchos recobran bríos y fuerzas para poder resistir los 4 días que vendrán.

Pero esto no es solamente limitable a los canranvales, sino que es aplicable a las demás fiestas que hay en nuestro calendario, así como el de México esta plagado de fiestas religiosas y patrióticas, el barranquillero aprovecha cualquier cosa que se llame fiesta, sin importar que se celebra, para liberarse de un contexto que lo oprime.

Pero hay una diferencia radical entre mexicanos y barranquilleros en el sentido de la concepción y sentido consciente que le da cada uno a sus fiestas; mientras que para el mexicano las fiestas patrias y religiosas se celebran respetando el suceso y haciéndole honra, al barranquillero no le importa eso, le da lo mismo si es el Día de la Independencia Nacional o el Día de la Virgen del Carmen, fiestas decembrinas o la Batalla del Puente de Boyacá, si se debe izar una bandera o ir a misa, él sólo mira que es una fecha donde se permite beber y rumbear hasta que el cuerpo no aguante.

En carnavales también se vive al lado de la muerte, pero no como la vive el mexicano que la honra, la festeja, la añora, sino que él sabe que está presente, pero prefiere hacer caso omiso de ella, sólo se burla haciendo disfraces que desfilaran el sábado y domingo de carnaval y luego la olvida en el resto de año, nunca piensa en ella, nunca imaginan que un día ella vendrá por ellos.

Tomando el texto de Alma Guillermoprieto, a México como ciudad y como país siempre lo ha identificado en cualquier lado del mundo y entre ellos mismos, la música ranchera con sus mariachis y ahora, la música norteña procedente de los estados del norte del país; pero Barranquilla no tiene una música propia que la identifique, tal vez la hubo un tiempo, aquella música que se componía únicamente para los carnavales de antaño y que aún en nuestros carnavales se escucha, pero es solamente para esas fechas, no hay ningún género musical, tal como lo tienen los mexicanos, que se pueda aplicar a cualquiera de nuestras fiestas. Barranquilla es una combinación musical de vallenatos, champetas, merengue, merengue-house, salsa y muchas otras más que se fusionan creando una identidad híbrida musical no reconocible por el resto del mundo y escasamente reconocible sólo por el vallenato en el resto del país.

El impacto del TLC en México se previa catastrófico, pero se ha demostrado que no ha sido tan contundente por lo menos en lo que respecta a su identidad cultural y social, no importa si se viste o se come productos de USA o de Canadá, si se escucha el rock y se ven sus enlatados televisivos porque eso no quita el hecho de ser mexicano.

En Colombia, Barranquilla sucede algo diferente con la Apertura Económica iniciada en el gobierno de Gaviria, aquí nuestra identidad si fue fuertemente golpeada, aquí se busca todo aquello que sea de afuera, se valora más lo extranjero que lo nacional y si se pudiera vivir como viven los norteamericanos, no se dudaría un minuto en hacerlo. Aquí el término modernización tiene las puertas abiertas de par en par para todo aquello que quiera venir, sin ningún tipo de reparo (cosa que no sucedió en México debido a que su excesivo patriotismo ha sido una fuerte barrera para la penetración extranjera) y ya lo vemos: Blockbuster Video, McDonalds, Dunkin Donuts y muchas otras más.

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