Los dejo con esta curiosa noticia publicada en Baquía.com. ¿Serían capaces de leer un libro escrito en emoticones? Los japoneses si.
“Moby Dick” se reescribe utilizando emoticones
Un proyecto colaborativo a través de Internet pretende reescribir la novela “Moby Dick” en emoji, el lenguaje visual de emoticones utilizado en Japón. Un experimento para evaluar la evolución del lenguaje y las posibilidades de una novela en forma de pictogramas.
Hay libros que forman parte de la historia universal de la literatura, pero que muy pocos –reconozcámoslo- han conseguido leer de principio a fin: el “Quijote”, “Ulises”, “Crimen y Castigo”, etc., son algunos ejemplos. También, un clásico como “Moby Dick”.
Ahora, tal vez sea más fácil abordar la historia de la obsesiva persecución a bordo del Pequod de la ballena blanca por el capitán Ahab. ¿Cómo? Leyendo la novela en forma de emoticones. Esa es la idea de Fred Berenson, un investigador de la Universidad de Nueva York que pretende reescribir la novela de Herman Melville en ese formato.
¿Qué sentido tiene este proyecto? Como explica en una entrevista para The New Yorker, Berenson está interesado en el fenómeno de la influencia de las tecnologías digitales en el lenguaje y la cultura. “Emoji Dick” es simplemente un experimento para intentar atisbar algo del futuro de las expresiones y las comunicaciones humanas.
Su propósito es traducir las 6.438 frases de “Moby Dick” al emoji, el término japonés por el que se designa al lenguaje visual de pictogramas utilizado en conversiones en el messenger, mensajes de texto o páginas web. Todos estamos habituados a utilizar algún smiley, pero los japoneses utilizan una versión del emoji mucho más variada y compleja.
Cuando la traducción esté terminada, la novela podría comercializarse en Japón para leerse a través de teléfonos móviles. Los japoneses utilizan el móvil como herramienta fundamental de acceso a Internet; hasta ahora no se ha publicado ninguna novela en emoji, aunque sí circulan frases y textos en ese lenguaje.
La idea, por descabellada que parezca, empieza a tomar forma. Benenson publicó el proyecto en KickStarter, una web que agrupa iniciativas que necesitan financiación. Los usuarios aportan donativos para sacar adelante las ideas, y luego reciben a cambio algún tipo de compensación.
El objetivo de Benenson era recaudar 3.500 dólares, la cantidad necesaria para arrancar el proyecto, y ya ha superado esa cifra, con 3.676 dólares procedentes de las donaciones de 83 “inversores”. Se puede contribuir con 5, 10, 20, 40 o 200 dólares, y cada tipo de inversor recibirá una compensación, desde una copia en PDF de la novela en emoji a una edición numerada a todo color.
No sólo la financiación provendrá de las aportaciones de los internautas: también la propia traducción. Los 3.500 dólares son el presupuesto necesario para pagar a los voluntarios que deseen ocuparse de la tarea en Mechanical Turk, un servicio de Amazon donde se delegan trabajos sencillos. De cada una de las frases, Berenson encargará tres traducciones, y por votación de otros usuarios se elegirá la más apropiada para incluir en la versión final para móviles.
¿Y por qué no elegir una obra más sencilla, tanto en volumen como en la dificultad que presenta el vocabulario? Berenson responde que necesitaba un texto de dominio público que fuera fácil de conseguir. Descartada la Biblia por ser “demasiado obvia”, la novela de Melville es la más idónea para el proyecto.
He aquí un ejemplo de la primera frase del libro traducida al emoji. Queda claro que si no se domina este lenguaje, tal vez sea más fácil atreverse con la versión tradicional en texto.
Deja una respuesta