No ha de faltar en la programación televisiva diaria los realities y los hay de todos los matices y para todos los gustos, de hecho, personalmente me gustan los que estimulan la creatividad de los concursantes y el proceso desde una idea hasta la concreción del objetivo (eso sí, quitándole todo el drama al asunto). Es justo por esto que me ha llamado la atención el lanzamiento en Italia del reality Masterpiece, dedicado a la búsqueda de talento literario, además, de que la puesta en escena para hacer un show de algo que requiere privacidad y concentración, es como una paradoja.
Los dejo con esta nota publicada en el periódico El Norte (México):
Ofrece TV italiana reality de escritores
Doce nuevos escritores, elegidos de entre miles, luchan en un show de talentos del canal 3 de la televisión pública italiana, RAI, por un premio: que la editorial Bompiani publique 100 mil ejemplares de su novela. Los jueces son los novelistas italianos Giancarlo De Cataldo y Andrea De Carlo.
El jurado lo completa su colega la inglesa Taiye Selasi, menos conocida, pero quien seguramente ganará fans por su carisma, porte e inteligencia.
El programa, que se llama “Masterpiece”, inspirado en el exitoso programa “Masterchef” para aspirantes a cocineros, se transmitirá durante seis domingos.
Durante la primera jornada, los concursantes fueron sometidos a pruebas extrañas de escritura, como narrar una velada de ancianos danzantes o una boda tradicional.
La grabación en vivo del momento de la creación literaria para el programa de televisión ha suscitado debate entre los intelectuales por el uso comercial de un arte tan antiguo como íntimo.
Los momentos de angustia en el “confesionario” ante la ausencia de inspiración, así como la lectura de partes de los escritos, terminan por generar entre los concursantes lo que muchos programas populares de televisión desean: llanto, rabia y emoción.
Como en todo show televisivo de este tipo, los concursantes pueden ser salvados por el voto del público o del jurado, hasta el día del gran final, programado para febrero.
La historia personal de los concursantes, ilustrada por ellos mismos, es en ocasiones chocante, participan desde una anoréxica y una obrera insatisfecha con su trabajo hasta un suicida fallido y un camarógrafo con nombre femenino.
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